domingo, 27 de julio de 2014

Pregunta problema

¿Consideras que en el desarrollo de la actualidad, la lucha entre el feminismo y el machismo, sigue creando una desigualdad tan grande como una sociedad completamente machista o feminista?

Entrevistas sobre el feminismo


Entrevista sobre el feminismo  2 (parte 1)


Entrevista sobre el feminismo 2 (parte 2)


Entrevista sobre el feminismo 2 (parte 3)




Videos sobre el feminismo










Feminismo en la filosofía: Teoría feminista

La teoría feminista tiene como fin la comprensión de la naturaleza de la desigualdad y se centra en la política de género, las relaciones de poder y la sexualidad. Mientras que generalmente la teoría feminista presenta una crítica de las relaciones sociales, una parte importante de la teoría feminista también analiza la desigualdad de género y la promoción de los derechos, intereses y asuntos de las mujeres. El feminismo explora temas como la historia del arte, y el arte contemporáneo, la estética, la discriminación, los estereotipos, la cosificación (especialmente la cosificación sexual), la opresión, y el patriarcado.

Simone de Beauvoir: filósofa existencialista. 


En 1949 era una voz solitaria en una sociedad occidental que había vuelto a recluir las mujeres en el hogar, una vez extinguido el movimiento sufragista. Sin embargo, las teóricas de las distintas y contrapuestas corrientes del feminismo (liberal, radical y socialista) que resurgiría en los sesenta, después de un largo paréntesis de silencio, reconocieron ser "hijas de Beauvoir" . Habían leído su obra y, a partir de ella, elaboraron una praxis específica orientada hacia la inclusión del colectivo femenino en el mundo de la Cultura, es decir, en el ámbito donde se decide el destino de la humanidad: política, economía, derecho, ciencia, arte... La famosa frase de Beauvoir "No se nace mujer, se llega a serlo" constituyó un punto de referencia esencial para pensar el Eterno Femenino con criterios constructivistas. Afirma Amelia Valcárcel que Simone de Beauvoir hizo filosofía “tomando así entre las manos un logos que siempre mantuvo a la conciencia mujer en la heteronomía" .La condición de heteronomía de las mujeres consiste en ser nombradas por el discurso dominante como Otra que se resuelve en una serie de características descriptivas. Heteronomía es despojo de la autonomía. Las figuras de la heteronomía son las "designaciones ilegítimas" (mujer decente, prostituta...) a las que cada individuo de sexo femenino debía plegarse para encontrar su sitio en la sociedad patriarcal.

En el feminismo existencialista de Simone de Beauvoir, el ser humano no es una esencia fija, sino "existencia", es decir "proyecto", "trascendencia", "autonomía", "libertad". Por lo tanto, escamotear a un individuo las posibilidades de proyectar su vida según lo entienda por el hecho de pertenecer al "segundo sexo", al sexo femenino, es dominación, es injusticia. Observemos que esta idea fundamental de El Segundo Sexo es hoy asumida por millones de personas que no han leído esta obra ni han oído hablar de ella. Sus principios han sido incorporados a las políticas de igualdad europeas y han dado lugar a los estudios feministas y de género de centros universitarios de vanguardia.


En “Beauvoir, la filosofía existencialismo y el feminismo” de Teresa López Pardina, filósofa del siglo XX, habla de como El segundo sexo representa, en el ámbito de la emancipación
de las mujeres, lo que El contrato social en el ámbito político.
En su artículo  en la revista Investigaciones Feministas 2009, vol 0 99-106 López expone lo siguiente:
“Si Rousseau sentaba las bases de la democracia moderna, Beauvoir sienta las bases de la democracia total y efectiva. “El hombre nace libre y por todas partes se encuentra encadenado”,
decía Rousseau al comienzo de El contrato social. Obsérvese que escribe
“hombre” y que, como ha demostrado la crítica feminista, no lo usa en el sentido
colectivo de ser humano, sino que piensa sólo en los varones. Y Beauvoir dice:
“No se nace mujer ...”, es decir, no se nace sensible, callada, sumisa, impresionable,
dócil, indecisa, en definitiva, oprimida. Con lo cual completa la emancipación
para esa mitad de la humanidad a la que Rousseau se la había negado, poniendo de
manifiesto, de paso, que todavía no hemos llegado a la plena democracia.
Con El segundo sexo pone Beauvoir en pie una teoría crítica que se inserta en
una tradición iniciada en el siglo de las Luces y continuada por las sufragistas; que
incluso tuvo breves destellos anticipadores en la sofística tardía y en la filosofía
helenística. Pero su configuración como construcción teórica estructurada está en
el ensayo de 1949.
La afirmación con que se inicia el segundo volumen de la obra: “No se nace
mujer; la mujer se construye”, encierra el núcleo teórico: lo femenino no es una
esencia, “el eterno femenino” es un mito masculino. La feminidad es un constructo
socio-cultural: las sociedades se estructuran según sistemas de sexo/género, se
dirá en los 70. Beauvoir viene a homologar la diferencia biológica a aquellas atribuciones
que en el Antiguo régimen, antes de la Revolución y las Luces, se consideraban
como privilegios de cuna, y que los revolucionarios de 1789 irracionalizaron,
como tan felizmente ha señalado Celia Amorós. Denuncia lo mismo que
Rousseau, pero refiriéndose a las mujeres, de quienes Rousseau se había olvidado
por completo.
Beauvoir viene a decirnos: la feminidad es algo artificial, no natural; los factores
biológicos no determinan la forma de ser que se denomina “femenina” o “masculina”;
es irracional entenderlo así. Lo mismo que hicieron los revolucionarios de
1789, inspirándose en Rousseau, al denunciar que por nacer aristócrata nadie podía
exigir privilegios sobre los demás ciudadanos.

Feminismo

El feminismo es un conjunto heterogéneo de ideologías y de movimientos políticos, culturales y económicos que tienen como objetivo la igualdad de derechos entre varones y mujeres, así como cuestionar la dominación y la violencia de los hombres sobre las mujeres y la asignación de roles sociales según el género.

Origen histórico 

En el Antiguo Régimen la desigualdad jurídica de los miembros de la sociedad era la norma.

La ausencia de derechos políticos (voto) y libertades (expresión, reunión, religión) era otra característica clave del Antiguo Régimen.
En el caso de las mujeres, la mitad de la población, a todo lo anterior se le debía unir su función social circunscrita a lo doméstico, a las labores de la casa, de la procreación y del cuidado de los hijos; y su subordinación legal al hombre, padre o esposo.


La Revolución Francesa (1789) y las demás revoluciones liberal-burguesas plantearon como objetivo central la consecución de la igualdad jurídica y de las libertades y derechos políticos.
Pronto surgió la gran contradicción que marcó la lucha del primer feminismo: las libertades, los derechos y la igualdad jurídica que habían sido las grandes conquistas de las revoluciones liberales no afectaron a la mujer. Los "Derechos del Hombre y del Ciudadano" que proclamaba la revolución francesa se referían en exclusiva al "hombre" no al conjunto de los seres humanos.

A partir de aquel momento, en Europa Occidental y Norteamérica se inició un movimiento, el feminismo, que luchó por la igualdad de la mujer y su liberación. Durante ese período,  el principal objetivo del movimiento de las mujeres fue la consecución del derecho de voto. Nacía así el movimiento sufragista.

en la actualidad el feminismo se ha abierto un lugar en la sociedad y cada vez más mujeres se unen a la ideología, sin embargo, muchas temen declararse feminista por diferentes razones,  como lo afirma la actriz, comediante y guionista Malena Pichot:
“El feminismo es un movimiento, una forma de pensar que se enfrenta a un orden establecido, un orden patriarcal que entiende al hombre como el ser del poder. La mayoría siempre desprecia al que quiere cambiar las cosas, desordenar. Cuando alguien se queja de su situación injusta, siempre hay otra persona tratándolo de loco. Cuando una mujer condena y exige el desdoblamiento de ese poder, en beneficio tanto de la mujer como del hombre (que también sufre enormemente los mandatos del patriarcado) es tratada como una loca. Y como la mayoría de las mujeres no quieren ser tratadas como locas, no quieren enfrentarse al orden establecido porque fueron educadas para complacer ese orden (o sea, para complacer al hombre), no quieren reconocerse feministas.

Reconocerse feminista supone una situación en el mundo que muchas mujeres, justamente captadas por un discurso hegemónico machista, no quieren tomar. Reconocerse feminista es reconocerse displicente y a mí eso me encanta, pero otras quieren levantar la mesa por el resto de sus vidas, sonreír complacientemente a cada desagradable que se le acerca con una guasada, no discutirle a ningún varón nunca nada porque hay que conseguir marido. Algún día entenderán las chicas que es el feminismo el que atrae a los hombres que valen.”

Tomado de:

Imagenes: 


Simone de Beauvoir

Simone de Beauvoir (París9 de enero de 1908-París, 14 de abril de 1986


Pensadora y novelista francesa, representante del movimiento existencialista ateo y figura importante
en la reivindicación de los derechos de la mujer. Originaria de una familia burguesa, destacó desde
temprana edad como una alumna brillante. Estudió en la Sorbona o Universidad de París y en 1929 conoció a Jean-Paul Sartre, que se convirtió en su compañero durante el resto de su vida. 

Se graduó en filosofía y hasta 1943 se dedicó a la docencia en los liceos de Marsella, Ruan y París. Su primera obra fue la novela La invitada (1943), a la que siguió La sangre de los otros (1944) y el ensayoPyrrhus y Cineas (1944). Participó intensamente en los debates ideológicos de la época, atacó con dureza a la derecha francesa, y asumió el papel de intelectual comprometida. En sus textos literarios revisó los conceptos de "historia" y "personaje" e incorporó, desde la óptica existencialista, los temas de "libertad", "situación" y "compromiso".
Fue fundadora junto a Sartre, A. Camus, y M. Merleau-Ponty, entre otros, de la revista Tiempos Modernos, cuyo primer número salió a la calle el 15 de octubre de 1945 y se transformó en un referente político y cultural del pensamiento francés de mitad del siglo XX. Posteriormente publicó la novela Todos los hombres son mortales (1946), y los ensayos Para una moral de la ambigüedad (1947) y América al día(1948).

Su libro El segundo sexo (1949) significó un punto de partida teórico para distintos grupos feministas, y se convirtió en una obra clásica del pensamiento contemporáneo. En él elaboró una historia sobre la condición social de la mujer y analizó las distintas características de la opresión masculina. Afirmó que al ser excluida de los procesos de producción y confinada al hogar y a las funciones reproductivas, la mujer perdía todos los vínculos sociales y con ellos la posibilidad de ser libre. Analizó la situación de género desde la visión de la biología, el psicoanálisis y el marxismo; destruyó los mitos femeninos, e incitó a buscar una auténtica liberación. Sostuvo que la lucha para la emancipación de la mujer era distinta y paralela a la lucha de clases, y que el principal problema que debía afrontar el "sexo débil" no era ideológico sino económico.



Fundó con algunas feministas la Liga de los Derechos de la Mujer, que se propuso reaccionar con firmeza ante cualquier discriminación sexista, y preparó un número especial de Tiempos Modernos destinado a la discusión del tema. Ganó el Premio Goncourt con Los mandarines (1954), donde trató las dificultades de los intelectuales de la posguerra para asumir su responsabilidad social. En 1966 participó en el Tribunal Russell, en mayo de 1968 se solidarizó con los estudiantes liderados por Daniel Cohn-Bendit, en 1972 presidió la asociación Choisir, encargada de defender la libre contracepción, y hasta sus últimos días fue una incansable luchadora por los derechos humanos.

Tomado de : http://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/beauvoir.htm

Imágenes: http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2013/03/simone.jpg
http://generoycultura.files.wordpress.com/2011/04/simone-de-beauvoir.jpg